Para mediados de los años 1990, las guerrillas tenían el total control de la zona y asentamientos permanentes en las partes más altas de las veredas ubicadas en los municipios de Aracataca, Fundación y Chibolo. La vía que conducía al Municipio de Fundación era, sin lugar a dudas, una de las carreteras más estratégicas de las guerrillas y una despensa boyante de recursos, extorsiones, robos y secuestros.
Posteriormente entre los años 1995 y 1996, las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), hicieron sus primeros arribos a estos municipios. Seguido de su entrada a la zona, varios de los líderes que participaron de los procesos de la ANUC y que también hacían parte de la dirigencia Municipal de Aracataca y Fundación, fueron asesinados.
En el 2000 las comunidades indican el inicio de la “subida” de los paramilitares, por las veredas, buscando los asentamientos guerrilleros. Así mismo se da el levantamiento de los primeros campamentos y bases fijas paramilitares. Estos campamentos significaron para los pobladores una convivencia forzada más cercana con los paramilitares, que utilizaban sus ranchos, mataban los animales y robaban las pertenencias de los campesinos por donde iban pasando. Los desplazamientos y el robo de cabezas de ganado aumentaron drásticamente.
Las familias campesinas ante esta terrible situación se vieron obligadas a desplazarse y a abandonar sus tierras, las cuales finalmente les fueron despojadas.
Con la expedición de la ley 1448 de 2011, iniciaron su reclamación con el fin de que sus tierras les fueran devueltas, en el 2014 inició la etapa judicial y luego de más de 10 años, las tierras les fueron restituidas a estos núcleos familiares.
El pasado 26 de abril del 2023, se expidió el auto de seguimiento de la Sala Civil Especializada en Restitución de Tierras del Tribunal de Cartagena, en el que se resuelve que inicien las entregas de las tierras a las familias de Macaraquilla. Fue hasta la tercera semana de noviembre del mismo año que se hicieron las primeras restituciones.
Los demás núcleos familiares; guardando la esperanza, que es lo único que actualmente tienen, aún esperan que se profieran las demás sentencias pendientes en su favor.